La ansiedad es una respuesta adaptativa de todo organismo para afrontar una situación percibida como amenazante y tiene una función protectora. Se da una respuesta fisiológica (corporal), una cognitiva (pensamiento) y una conductual (acción). La persona tiende a la evitación y/o al escape de la situación que genera dicha ansiedad pero no es una estrategia adecuada ya que eso prolonga e incrementa el malestar.
Durante las despedidas, con frecuencia se producen escenas dramáticas especialmente dolorosas para los padres y para el niño. El pequeño frecuentemente suplica y llora con tal desesperación que el padre o la madre no puede marcharse, prolongando la escena y haciendo que la separación sea todavía más difícil, creándose así un círculo vicioso.
Entre los síntomas que puede manifestar el niño con Ansiedad por Separación destaca un gran malestar cuando prevé una situación de separación, preocupaciones persistentes, temores de diversa índole (miedo a estar solo, miedos específicos o a situaciones que percibe como amenazantes para su seguridad o la de su familia), rechazo a acudir al colegio, quejas somáticas como dolores de cabeza o de estómago, alta demanda de atención constante, etc.
También son comunes las dificultades a la hora de dormir: negación del niño a ir a la cama y a dormirse si no es con la figura de apego a su lado, dormir en un lugar que no sea su propia casa, y pesadillas recurrentes cuyo contenido se relaciona con la separación de las personas importantes para el niño, despertares nocturnos…
Ofrecemos aquí algunos consejos para hacer frente a la ansiedad por separación:
- Optar por despedidas rápidas – Debe ser siempre breve y simple. Si se prolonga la despedida, también se prolonga la transición y la ansiedad puede ir en aumento.
- Ser congruente – Intentar establecer la misma rutina haciendo las mismas cosas a la misma hora todos los días para evitar así los factores inesperados. Tener una rutina puede ayudar a su niño a sentir menos angustia y al mismo tiempo permitirle ganar confianza e independencia.
- Atención – Al separarse de su niño prestarle toda nuestra atención, amor y afecto. Luego, despedirse rápidamente a pesar de sus trucos, artimañas y llanto para intentar que nos quedemos a su lado.
- Cumplir nuestra promesa de regresar – Podemos pensar que, ya que hemos conseguido separarnos, aunque le haya dicho que voy yo a buscarle, aprovecho para hacer cosas y que vaya otra persona, o retrasar en exceso nuestro regreso. Todo ello puede hacer que el niño experimente inseguridad y no nos crea la próxima vez.
- Ser muy claro, al estilo de un niño – Cuando hablemos de nuestro regreso, darle detalles específicos que el niño entienda. Si sabemos que vamos a regresar a las 14:00, decírselo en términos que entienda, por ejemplo: «Regresaré después del recreo y antes de la comida». Definir el tiempo de manera que él lo pueda entender. Hablarle de nuestro regreso de un viaje en términos de las veces que él va a «dormir». En lugar de decir, «Estaré en casa en 3 días», diga: «volveré a casa después de que duermas 3 noches».
- Practicar la separación – Llevar a los niños a casa de los abuelos, sacar tiempo para que juegue con sus amigos, dejar que sus familiares y amigos le cuiden al niño (aunque sea por una hora) durante el fin de semana. Antes de comenzar el colegio, practicar o ensayar ir al mismo y su rutina para la despedida mucho antes de que tengan que separarse.
- Hablar con tu hijo en un tono tranquilo y positivo – Hay que hacerle saber lo que sucederá mientras tú no estés, con quién estará y todas las cosas divertidas que podrá hacer. Incluso si sientes que tu hijo es demasiado pequeño para comprender, tu tono y actitud positiva enviarán un mensaje tranquilizador.
- Facilitar la separación – A través de un objeto o un símbolo. Os podéis dibujar un corazón en la mano cada uno y decirle que cuando os eche de menos solo tiene que mirar el corazón para acordarse de que estáis con él.
- Organizar una actividad – Involucra a tu hijo en una actividad divertida cuando llegue la persona que lo cuidará.
- No desaparezcas sin avisar – Aunque es posible que desees desaparecer rápidamente, hacerlo puede confundir a tu hijo cuando se dé cuenta de que te has ido.
- Haz que tu adiós sea breve – Siempre que dejes a tu hijo en casa o en algún lugar, que sea breve la despedida. Si te muestras ansioso o vuelves para darle un abrazo o beso más, puedes preocupar innecesariamente a tu hijo.
- En relación a las dificultades de sueño, si las hay, es conveniente establecer una rutina fija (horarios y acciones antes de dormir como baño, cuento, canciones…). Si se despierta llorando, hay que atender esa emoción, no dejarle llorar ni dejarle solo: Puede ayudar tener un peluche / objeto de apego o una pequeña luz (preferiblemente roja o de colores cálidos para no parar la producción de melatonina).
Es muy recomendable utilizar cuentos infantiles para ayudar a los niños a abordar su miedo a la separación, ya que ofrecen un medio seguro y accesible para explorar y comprender los sentimientos de ansiedad y preocupación. Es importante escoger aquellas historias que reflejen las experiencias y emociones del niño de manera auténtica y compasiva. Los cuentos pueden presentar personajes que enfrentan situaciones similares de separación y que descubren estrategias afectivas para manejar sus miedos y encontrar consuelo en sus momentos de soledad. Para abordar este aspecto recomendamos el cuento titulado “Un beso en mi mano” de Audrey Penn (https://es.slideshare.net/slideshow/un-beso-en-mi-mano-cuento/36174967).
Dependiendo de la edad y la intensidad, es conveniente contar con la ayuda
de un profesional para valorar la situación y no confundirlo así con otros
trastornos de síntomas similares.
Departamento de Orientación