Con la vuelta al colegio, se produce un cambio de horario lleno de nuevas responsabilidades: deberes, actividades extraescolares, nuevas tareas, etc. Es necesario que enseñemos a nuestros hijos e hijas a gestionar bien su tiempo, ya que para ellos el concepto tiempo es algo abstracto y difícil de controlar.
Por otro lado, no saber gestionar el tiempo correctamente puede provocar en nuestros hijos: estrés, problemas de conducta, malas relaciones sociales, baja productividad y rendimiento; y, en ocasiones, ansiedad.
Para evitar este tipo de situaciones es necesario aprovechar los importantes beneficios que conlleva una buena organización.
La primera pregunta que debemos hacernos como padres es si en la agenda de nuestros hijos está equilibrado el reparto del tiempo entre descanso, trabajo y ocio; y al hilo de esta cuestión cabría plantearnos si las actividades extraescolares que hemos seleccionado para ellos son las adecuadas.
La gestión del tiempo es una habilidad y como tal, puede enseñarse y aprenderse. Es importante que aprendan a valorar el tiempo del que disponen y lo utilicen de la mejor forma posible. Hemos de hacerles entender que existe un momento del día para la realización de cada tarea, y que cada una ha de tener un tiempo limitado y adecuado.
Una correcta gestión del tiempo nos va a permitir:
- Que seamos conscientes de la importancia de lograr un equilibrio entre el tiempo de trabajo y el tiempo de ocio.
- Priorizar y distinguir entre lo urgente y lo importante, lo que le ayudará a una mayor responsabilidad, autonomía y toma de decisiones.
- El reparto adecuado del tiempo entre trabajo y tiempo libre va a afectar de forma positiva en la autoestima de nuestros hijos e hijas. Pues se sentirán capaces y confiados de asumir sus responsabilidades, sin descuidar su autocuidado y su parcela de ocio.
- Por otro lado, una buena gestión del tiempo nos va a ayudar a reducir el estrés principalmente en momentos puntuales de exámenes o mayor trabajo.
Pautas para aprender la gestión del tiempo
- Ayudarles a familiarizarse con las medidas de tiempo: Desde edades tempranas es bueno qué sepan a qué hora se acuestan y a qué hora se levantan o comen.
- Organizar con ellos de forma consensuada un calendario de trabajo, se puede poner cada tarea con un color distinto en función de su importancia o dificultad. Es necesario un equilibrio entre trabajo y ocio. Si el niño trabaja cada día con su calendario aprenderá a gestionar su tiempo y su trabajo asignando un tiempo para cada cosa. Limitando el uso de televisión, tablet o móvil y sustituyéndolo en la medida de lo posible por tiempo compartido de juego, diálogo, etc.
- Intentar que estén concentrados en una tarea única. Es decir, poner toda la atención, el esfuerzo y la energía en lo que se está trabajando, evitando distractores.
- Evitar las prisas, hacer las cosas corriendo afecta al resultado de las acciones y provoca irritabilidad y enfados que podrían evitarse si hacemos las cosas con más calma y dedicando el tiempo adecuado y preciso a cada tarea.
- Enseñarles a tomar decisiones, el no saber decidir como administrar su tiempo de forma correcta les puede producir estrés y ansiedad.
- Fomentar la disciplina positiva, ayudarles a desarrollar la voluntad para realizar las tareas que son necesarias, aunque a veces no coincida con lo que se desea. La madurez consiste en hacer lo “que debo” y no sólo “lo que quiero o me apetece”.
- Crear una rutina de estudio que les permita establecer tiempos para cada tarea y afrontar sus responsabilidades con mayor confianza y motivación.
- Respetar la personalidad y los ritmos de nuestros hijos e hijas y tener en cuenta que lo que es adecuado para una un niño puede no serlo para otro.
Son muchas las ventajas que nos aportará un correcto aprendizaje de la gestión del tiempo. Nuestros hijos e hijas aprenderán a ser más responsables y adquirir madurez, por otro lado, este aprendizaje les servirá para su futuro siendo más eficientes en sus relaciones sociales y familiares.
Un aspecto importante que como padres no podemos olvidar es que los niños y niñas aprenden a través del juego, pero sobre todo mediante la imitación. Por eso, es esencial que aprendamos a organizar bien nuestro tiempo en casa, con una agenda equilibrada entre tiempo de descanso, de trabajo y de ocio, y dedicando tiempo para pasar en familia, jugando o hablando de lo que nos ha pasado en el día.