Algunas píldoras de información para aclarar dudas sobre el tema.
A pesar del gran abanico de dificultades y problemas derivados del desarrollo del lenguaje, existe uno de ellos que destaca por encima de todos entre los comentarios e inquietudes de muchas familias. Ésta es, sin duda, la cuestión de la “R”. A continuación, se tratarán de responder algunas preguntas sobre el tema.
¿Por qué puede resultar problemática la pronunciación del fonema /R/?
Se trata de un sonido que se realiza colocando la punta de la lengua en las verrugas palatinas (detrás de los incisivos superiores) y haciéndola vibrar múltiples veces a través del paso del aire.
Se trata del sonido del castellano que requiere más “pericia” articulatoria. Es necesaria mucha coordinación e independencia de los músculos de la lengua. Por otra parte, se hace necesario un control adecuado y coordinado de la respiración para emitir el sonido. Otro requisito suele ser el tener un tono muscular adecuado de la lengua y los labios.
Por todas estas razones, su adquisición puede resultar algo costosa.
¿Cuándo debemos tener en consideración que nuestro hijo/a no pronuncia bien la /R/?
Si bien no existe una evidencia científica que especifique claramente la edad en la que este sonido debe adquirirse, sí que se estima que entre los cinco y los seis años la mayoría de niños pronuncian el fonema adecuadamente. Por tanto, si en el último trimestre del tercer curso de Infantil, el niño/a tiene dificultades, es un momento adecuado para preguntar a su tutor/a. Éste, en coordinación con el maestro de Audición y Lenguaje del colegio, valorarán la situación para dar la respuesta más apropiada.
No obstante, no hay ninguna necesidad de “esperar” a que el niño esté preparado para trabajar este sonido. De hecho, hay muchos niños y niñas que lo pronuncian desde los tres o cuatro años sin dificultad. Más aún, una intervención temprana suele ofrecer más garantías de éxito.
¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a pronunciar este sonido?
Si nuestro hijo o hija no pronuncia el fonema /r/ a los cinco o seis años lo que se debe hacer es seguir las instrucciones y consejos que nos aporte el profesional que haya estado con el niño (maestro de Audición y Lenguaje tutor/a, logopeda…). Sin embargo, hay juegos y ejercicios preparatorios que pueden hacerse para preparar a los niños.
- Jugar con la punta de la lengua: todos los ejercicios que impliquen disociar la punta de la lengua y colocarla en el punto de articulación (detrás de los incisivos superiores en las verrugas palatinas) son beneficiosos para la adquisición del sonido. Por ejemplo, le podemos untar esa zona con nocilla, sirope, mermelada para que se la tenga que limpiar con la lengua. Asimismo, se puede jugar a aplastar algún alimento en esa zona como pueden ser obleas, gusanitos, patatas… Hay algunos aperitivos que tienen una forma adecuada para estos juegos como pueden ser las “conchitas” o los “gublins”.
- Trabajar de forma implícita el sonido: se trata de hacer consciente al nuestro hijo o hija de la presencia del sonido en el lenguaje y de cómo se hace. Se puede jugar a imitar la moto, el teléfono, el timbre o cualquier objeto cuyo sonido que requiera vibración. Igualmente, se puede recordar el sonido cuando aparece en palabras en las conversaciones espontáneas, en cuentos, etcétera.
- Hacer rimas con movimiento: se trata repetir unas rimas en las que aparece de forma reiterada este sonido. Se trata de combinar movimiento y lenguaje. La autora que ha desarrollado estas rimas se llama Tamara Chubarovsky y tiene varias rimas con este sonido. De igual forma, se pueden inventar otras rimas con movimientos distintos para aumentar el repertorio y que los niños no se aburran.
Esperamos que estos consejos os hayan sido útiles y que los podías poner en práctica en casa. No olvidéis que si tenéis cualquier duda podéis contactar con el departamento de Orientación a través del tutor/a.